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miércoles, 1 de julio de 2009

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Era verano, vacaciones para ser exactos. Yo estaba cansada de absolutamente todo, estaba cansada de la hipocrecía, la mentira, la falsedad y ese sin fin de cosas de las cuales el mundo está completamente contaminado.
Super agotada de todo eso inconcientemente uno tiende a cerrarse de a poco, secarse ( cuando digo secarse no me refiero a que se soluciona con una hinds hidratante y listo) sino a no ser tan demostrativa con mis sentimientos, dejar de ser cariñosa con la gente, limitarme demostrar afecto, ser más desconfiada, más distante. Obvio! uno no tiene que ser 100% de esto, PERO TAMPOCO TIENE QUE IRSE AL OTRO EXTREMO. Los extremos no son para nada buenos, y tengo la maníaca costumbre de sobreentender que las cosas en mi mundo son blancas o negras, no gris. Es extraño, ser conciente de algo, pero hacer otra cosa. Supongo que a bastantes les debe sonar familiar este ejemplo con algunas de sus vivencias personales.

De a poco comencé a ser todo lo mencionado y cada vez más... Con mis amigas y familiares simples "te quieros", te quieros que me llegaban sin respuesta (o sea obvio nadie tiene la obligación de querer a alguien, pero tal vez sentía aprecio por aquellas personas pero pensaba que la otra persona era fría y que no valía la pena responderle con un "yo también" porque creía que era algo que no les importaba y que mi respuesta no iba a afectar a nadie...

Con Yasmín, una amiga de hace 2 años que conozco de my whole life /mi vida entera/ , nos pusimos a hablar de la vida y nos pasábamos horas y horas hablando de los típicos temas de conversación, ella me expresaba cariño, y ojo, porque es una persona la cual se considera muy fría, y se que no es tan fría como piensa, pero bueno. CUESTIÓN: me dijo: yo te escribo por MSN te quiero y no me los respondés fría de mierda, nunca me dijiste que me querías, yo me quedé helada. Me sorprendí de mí misma siendo de esa manera, todo eso por pensar que a la fría de mi amiga no le iba a afectar en lo más mínimo que se lo diga o no. Ya creía directamente que las relaciones amistosas eran sumamente una construcción de confianza y risas, ¡Qué equivocada que estaba! . A esa situación la dejé pasar, y como esas situaciones fueron muchísimas más. Ya estaba perdiendo el tacto con para la gente, o sea no es que me estaba convirtiendo en una antisocial ni nada por el estilo, pero había olvidado esa parte de que las personas tenían su lado tierno vamos a decir, o cálido. Y era yo en realidad quién lo había perdido. Ahora: qué egocéntrica inconscientemente por pensar que como yo ya no sentía nada, los demás tampoco. Mis amistades en aquel tiempo eran buenas igual, me reía, la pasaba bien, en algunos confiaba incondicionalmente, en otros no obvio NO SE PUEDE CONFIAR EN TODOS, porque uno es consiente de que tiene mucha gente a la que llama amigos, pero no lo son. Esa costumbre que tenemos hoy en día de etiquetar a cualquiera como un AMIGO... Y a los amigos realmente, que valen la pena los llamamos VERDADEROS AMIGOS, no se qué es más duro o grueso, no se qué queda peor.

Yo seguía en la misma postura, sentía que no podía confiar en nadie, que el cariño se había perdido, que formaba parte del pasado. Hasta que me di cuenta que me quería arriesgar, quería probar y saber si la gente todavía seguía sintiendo. Comencé mi trabajo de a poco, me costaba muchísimo volver a confiar en la gente, volver a querer de nuevo realmente. Tenía miedo de salir lastimada o mucho peor: de confirmar que yo tenía razón y que los valores se habían perdido completamente.

Afortunadamente me había equivocado y aún existen personas sinceras y que valen la pena, aún existe el sentimiento y la ternura, sólo hay que saber encontrarlo e ir de a poco, no temer a demostrar lo que uno siente, lo que se tiene que hacer es saber encontrar el momento, el lugar y la persona, es difícil lo se, pero es alucinante e incluso inquietante de las sorpresas que te podés llevar de las personas que menos pensás, ara bien o para mal la vida es una caja de sorpresas. O como dice la madre de Forest ( siii, de la peli que dicen corre forest corre! jaj ) la vida es como una caja de bombones, nunca sabés lo que te va a tocar.

Suerte gente y animense a vivir, que si se tiene que tropezar ya te vas a levantar.
Sino te podés perder de personas y cosas maravillosas, acordate de que los muros que construimos alrededor de nosotros nos protegen contra la tristeza, pero también impiden que nos llegue la felicidad.




Alejandra Torres

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