Hablemos por acá.
sábado, 4 de julio de 2009
Primero que nada, no me voy a poner a criticar a los colectivos ni su diario estado deplorable. No! Esto que voy a contar es para variar una conclusión a la que llegamos una tarda, a la salida del colegio.
Recuerdo que el día estaba nublado, un día otoñal, y uno de los pocos que fue fresco... Éramos 3, caminando por la calle de la escuela, para acompañar a Carla a la casa, Habremos caminado unas 10 cuadras máximo y veníamos hablando tan "copadamente"y seguro que de hombres, sí! de hombres era! que vimos al colectivo a 3 cuadras y dijimos bueno, ya vendrá otro, sigamos con lo nuestro... En fin, el colectivo había seguido su recorrido, y nos había pasado unos 4 metros. Estaba en la parada, la gente subía y bajaba. Ahora paso a darles la conversación:
C: - ay chicas bueno, un beso nos vemos mañana.
A : - Noo dejá! ya no llegamos, y tengo la teoría de que los colectivos no se corren, vos ya sabés!
A: no te molesta, no? nos tomamos el próximo Jesi?
J: - no hay drama, total, ya va a venir otro, cuánto puede tardar? pasan cada 5 minutos.
A: -sí, ya fue!, bueno dale seguí contando!
C: - chicas, pero miren que se va, eh! corran que llegan.
A: -no boluda, no llegamos
J: qué hacemos Alee, vamos? ( saludamos rápido a Carla, las 2 terminamos trotando casi, para alcanzar el colectivo y a medida que empezaba a avanzar de a poco y a tomar velocidad, nosotras acrecentamos el paso) y adivinen qué? NO LLEGAMOS...
Como estábamos hablando de los hombres, en eso pensé: los colectivos son como esos hombres a los que no les das bola pero los tenés ahí. No los querés correr, porque sabés que están o porque en ese momento no te interesan, pero cuando sabés que se están por ir, los empezás a correr!
Si corrés rápido y te das cuenta en buen momento los podés alcanzar, sino los perdés, y obvio que te quedaste pensando en que (en el caso del colectivo) ya podrías estar en él, camino a tu destino, (en el caso de los hombres) podrías seguir contando con su presencia, porque JUSTO te diste cuenta que te gustaba su presencia, o al menos lo que hacía por vos y sabés que ya no va a ser así.
Una vez que vimos al colectivo desvanecerse en la lejanía, nos quedamos pensando en que hubiéramos corrido. Ahora teníamos que esperar el siguiente...
Etiquetas: historias reales, Pensamientos
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